"Atiéndete a ti mismo, es decir: examínate a ti mismo por todas partes.
Ten despiertos los ojos del alma para vigilarte a ti mismo".
“Atiende únicamente a ti mismo, a tu alma.”
"Adórnala,
cuídala, hasta que desaparezca, por tu diligencia,
toda suciedad que se la haya
pegado del mal.
Procura borrar toda la deshonra que le haya venido del pecado.
Adórnala y embellécela con galas de virtud.”
“Únicamente
atiende a ti mismo,
para que conozcas la salud y la enfermedad del alma.
Porque muchos teniendo grandes e incurables enfermedades,
ni se dan cuenta siquiera, por su excesiva inconsideración,
que están enfermos.”
para que conozcas la salud y la enfermedad del alma.
Porque muchos teniendo grandes e incurables enfermedades,
ni se dan cuenta siquiera, por su excesiva inconsideración,
que están enfermos.”
“Atiende a ti
mismo. No tuerzas el camino,
no te separes a la derecha o a la izquierda.
no te separes a la derecha o a la izquierda.
Vete
por el camino real.”
“Por lo tanto, no ceses de examinarte a ti
mismo".
“Por
último, el diligente examen de ti mismo, te conducirá,
como por la mano, al
conocimiento de Dios."
“Atiende, pues, a ti mismo, para que atiendas
a Dios,
a Quien sea la Gloria y el Poder por los siglos de los siglos.
Amén.”